
En la actualidad, cada ámbito de la vida se desenvuelve ligado al proceso de digitalización. Por lo tanto, todas las actividades ahora dependen en gran manera de la tecnología y su diversidad de herramientas. Es dentro de este panorama donde surge el tema de la ciberseguridad y su importancia para afrontar las nuevas problemáticas de la era digital.
La ciberseguridad se refiere a la protección de los sistemas informáticos y de la información que se almacena en ellos, así como la prevención, detección y respuesta de los ataques cibernéticos hacia una organización, empresa o individuo en el ciberespacio.
Muchos sectores sociales se encuentran rezagados en cuanto al fortalecimiento de una cultura digital que proteja el desarrollo de las actividades en la red. En particular, el gobierno mexicano ha sufrido diversos ciberataques que evidencian la debilidad del país (especialmente de sus autoridades) en materia de ciberseguridad, debido a las deficiencias en los planes estratégicos y la insuficiente inversión.
El más reciente es el hackeo realizado por el grupo “Guacamayos”, quienes robaron 6 terabytes de información clasificada, incluyendo miles de correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena. Asimismo, en el año 2021 la Lotería Nacional y la Plataforma Nacional de Transparencia también sufrieron ciberataques, al igual que Pemex en 2019 con el secuestro de 180,000 archivos digitales.
Expertos señalan que los ciberataques en el país van en aumento. La causa principal es que las administraciones pasadas y la actual no han tomado decisiones adecuadas ni acciones necesarias para protegerse de los riesgos en la red, tal como lo han hecho otros países. Es cierto que el gobierno ha implementado planes de ciberdefensa, como el Centro de Operaciones del Ciberespacio de la Sedena, pero la austeridad presupuestal y las deficiencias en el seguimiento han provocado tantas vulnerabilidades.
Ahora, la seguridad de la información no sólo abarca la protección de la infraestructura tecnológica en el gobierno y empresas. Implica salvaguardar los datos de cualquier persona dentro de la red.
La dinámica de las redes sociales ha estimulado la sobrexposición; esto es, publicar en internet demasiada información personal, como la ubicación, los horarios, contenido íntimo o rutina diaria. Las personas se ponen en riesgo porque toda esa información puede ser utilizada de forma malintencionada y provocar problemas como el robo de datos, suplantación de identidad, ciberacoso, estafas, extorsión y daño a la imagen pública.
Por tanto, cada individuo que utiliza herramientas digitales necesita informarse y tomar acciones para protegerse. Las recomendaciones de expertos en seguridad de la información incluyen los siguientes puntos:
- Informarse sobre las amenazas en la red
- Configurar la privacidad de cada red social para que el contenido y la información no sea vista por cualquier persona
- No publicar datos como el domicilio, teléfono o correo electrónico en la web o redes sociales
- Verificar la autenticidad y medidas de seguridad de cada portal web antes de facilitar datos personales, descargar archivos y realizar compras en línea
- Elegir contraseñas seguras que sean distintas para cada sitio y dispositivo
- Instalar y mantener actualizados los sistemas de antivirus
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